Pañuelos

Son comúnmente utilizados para secar algo; lágrimas, sudor o cualquier cosa que se moje con H2O. Pero hoy están siendo útiles para detener mi flujo gripal.

Se saca un pañuelo blanco para pedir el indulto de un toro “victorioso” en una corrida. Se saca un pañuelo blanco para alabar a una celebridad como el Papa al pasar por una calle en su “Papa móvil”. Se saca un pañuelo blanco para llorar el mar que te deja un desamor. O se saca un pañuelo blanco para soplarte los mocos, corrijo, para éstos dos últimos no tiene que ser blanco.

Tener gripa es algo cotidiano, o gripe como científicamente se llama. Existen estudios que afirman que un ser humano a lo largo de su vida dura 36 meses con gripa (Mentira, eso me lo acabo de inventar para darle estatus a este tema). Me pregunto: ¿Por qué nos da pena soplarnos los mocos? Pues es obvio, porque pierdes estilo. Hacer eso te hace ver inmundamente asquerosa. Es que no me imagino a Angelina Jolie con un pañuelo soplándose la nariz en la entrega de los premios Oscar. Nunca he visto en ninguna novela o película que los protagonistas tengan gripa, ¿será un Tabú Latinoamérica?

Un día estaba en una exposición de historia en mi colegio, (¿Por qué siempre decimos: mi colegio, acaso lo compramos?) Ok, y tenía una gripa atroz. Me estaba ahogando en flujo verde, creo que me tocaba tragar diez veces por segundo, ya que nunca pasó por mi cabeza soplarme la nariz enfrente de tanta gente. Pasaba el tiempo y no me llamaban, por un momento pensé que iba a sonar la campana y mi sufrimiento acabaría, pero no, para mi sorpresa a lo lejos escuché una voz que dijo:
– Carolina Padilla López, a la tarima.
Respiré profundo intentando desaparecer cualquier obstrucción nasal y empecé a hablar. Me la pasé tartamudeando pero mi exposición iba relativamente bien. Pasaron cinco minutos y mi nariz no aguantó más, me quedé sin voz , yo intentaba respirar, tragar pero nada funcionaba. Ahí venían como una avalancha sin control. El horror que viví al sentir que se me estaban saliendo los mocos fue espantoso. Agarre un pañuelo y como poseída empecé a soplar. Soplé y soplé tan fuerte que se escuchó hasta el más recóndito lugar de Barranquilla. Hasta que por fin el Ovni aterrizó en ese salón y salió el allien por mi nariz.

Como dijo mi gran amigo Pipeton: “Con @caropadi se pasa bueno o se pasa pena”

Desde ese día no volví a ser la misma. Sentir pena ya no hacía parte de mí, al contrarío, me transformé en otra persona al escuchar mil carcajadas, ahí me di cuenta que me encantaba hacer reír a las masas. Después de ese episodio me toco salir a salvar la situación y dije después de guardar aquel pañuelo “blanco”:
– ¡Que alivio, por fin descansé!
Las risas se intensificaron, hasta la profesora se tapó con el cuaderno para también reírse. Sin ser mi mejor exposición, la profesora me puso un 10 y me amó perdidamente toda mi vida escolar. Es la hora y cuando me ve en la calle me da un abrazo con mucho cariño.

Son las 12 del medio día, mi mamá me está llamando para que vaya a la cocina y me dice:
-Mira Carolina ven a ver como termino de cocinar y dejo todo limpio, ven para que aprendas y tengas éste apartamento ordenado.
Ella no tiene ni idea que estoy escribiendo estupideces que no sirven para nada, si no solamente para pasar este miércoles griposo un poco productivo.

Escucho a lo lejos:
-Ay la vuelvo a ver y se va, llena de juventud y me deja, sólo con mi vejez, se va. Ahí viene mi hermano cantando vallenato. Más yuquero qué, más yuquero qué, no, creo que no hay nadie más yuquero que él. Y además se cree cantante y futbolista, ama a Cristiano Ronaldo y a Silvestre Dangond.

Me pareció chistoso, no lo podía pasar por alto.

¿Por dónde iba? A cierto, Pañuelos. Recuerdo cuando mi abuelito Tato, que era un hombre alto, simpático, inteligente y caballeroso sacaba su pañuelo de lino francés perfumado, eso daba gusto, creo que esa moda se ha perdido. Los hombres deberían retomarla, bueno deberían retomar varias cosas, a mí por ejemplo.

Pero tener gripa a veces se convierte en el gran termómetro para el amor. Imaginemos que estas postrada en tu cama; un panda tendría menos ojeras que tú; el rojo de tu nariz se podría comparar con aquel día que te echaste blush en un carro con poca luz; los pañuelos hacen una montaña al lado de tu cama; no te has bañado porque según tu abuela “te hace daño”; si vivieras en la casa de paja de los tres cerditos, ya la hubieras destruido con tus estornudos. Y si después de presenciar todo esto tu novio te da un beso, te lleva postre, te consiente y te dice que te ama. Cásate, ese hombre está perdidamente enamorado de ti.

Se pueden experimentar orgasmos en diferentes situaciones: estornudando, soplándose los mocos con sabrosura, bostezando, quitándose lo tacones después de una fiesta, y según las malas lenguas siendo la novia del Tino Asprila. ¡Vivamos la vida carajo!

Bueno ya.. Voy a almorzar. Agradezco que sólo estoy utilizando pañuelos Familia Para el cuidado gripal y no para los demás usos que mencioné arriba.

Ésta es mi primera (entrada) al blog, y como dicen por ahí: “no hay mal que por bien no venga”, al estar postrada en mi cama con gripa se me ocurrió empezar a escribir Lunaticaro’s blog. ¡Qué bueno golpe de suerte!.

Espero comentarios.